Espacio de Niñez y Derechos

Este Espacio de Niñez y Derechos, es un ámbito en plena construcción colectiva. Tiene como objetivo colaborar en el desarrollo del Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño. Se encuentra abierto a la participación de todos, y toma sus decisiones a través de Asambleas. Participar es la tarea.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Di que no


Estamos viviendo en un país que mira con esperanza.  Estamos en un año, y a tres días de las elecciones que parecen haber sepultado dictaduras y terrores.  Estamos en un tiempo en el que pensamos en crecer, en trabajar en que todos puedan comer y estudiar. Estamos en una época extraña en donde hasta la violencia suena extraña.  Más de 40 candidatos a intendente han muerto en estos meses de cara a las elecciones colombianas.  No, estamos lejos bien lejos de esas realidades.  Quinientos dólares por mes paga un estudiante de medicina chileno.  Pues no aquí no, y no es gratis, es el Estado quien invierte en formar ese médico.  Estamos en un país y en un tiempo, en el que los niños ya empiezan a discutir sus derechos.  Y en el que por supuesto buena parte sigue desolada y con hambre, pero el alerta está dado y no hay dudas de que eso hay que arreglarlo.
No es cuestión de que todos pensemos lo mismo, pero pareciera que algo hemos avanzado, no se discute el derecho a la vida, a la comida, a la salud.  Es cierto, por momentos parece que no se discute pero tampoco se alcanza, pero siendo objetivos también pareciera que caminamos hacia delante y no que nos venimos hundiendo.  Como verán tanta palabra está lejos del enamoramiento de una campaña política o de una expresión partidaria. Ello me tiene sin cuidado.  

Sólo que mi amigo Enzo, que anda en la otra punta de las Américas -por cierto que hace ya como 30 años-, me ha mandado un video, y como siempre le he echado un ojo.

Tiene razón, el mundo está ardiendo y no podemos disimularlo entre nuestras brisas cálidas de primavera.  Cuando un niño explota en Irak, debe explotarnos en Ciudadela.  Cuando el petróleo justifica la matanza de cientos de miles de personas y los amigos se vuelven de pronto dictadores, los que gobiernan países genocidas se vuelven justicieros, la ONU reza plegarias de justificación… debe retumbarnos también en Quilmes y Vicente Lopez, Zapala o Tilcara.

¿Cuál es nuestro deber para con el mundo? Cuál ha de ser entonces nuestra posición?   ¿Podemos ser un pueblo justo y equitativo cuando el mundo derrama miserias?  ¿Es Wall Street con sus nuevos héroes camporistas el reflejo de lo que viene?  ¿Lo es acaso la Plaza del Sol? ¿Fueron su prehistoria las asambleas del 2001?

¿No es momento de fijar una nueva posición?  ¿De construir ese nuevo escenario mundial, con otros códigos y otras concepciones?  ¿Si nuestras organizaciones internacionales, son fruto del acuerdo de los países victoriosos, asesinos de los países perdedores, genocidas, no es tiempo ya de buscar otros amparos colectivos, otras legitimidades continentales?

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